Durante muchos años me dediqué a formarme en diversos métodos de Yoga (Hatha, Vinyasa, Restaurativo, Yin), y en su posterior enseñanza.
Siempre curiosa y en búsqueda de entender la salud y el bienestar desde un enfoque integral, me dediqué también estudio del Ayurveda y su enfoque en la alimentación, y a otras prácticas holísticas.
Como buena capricorniana, el foco de mi vida siempre era la productividad y dar/ayudar a los demás. Pero no fue hasta los inicios de mi camino en la maternidad, una de los oficios más exigentes y quizás estresantes, que entendí la importancia del autocuidado como herramienta fundamental en la búsqueda de balance y una vida en armonía.
Luego de haber sido madre por segunda vez, y mudado a una isla en el medio del Pacífico, sin familia alrededor, sentí tocar fondo y mi cuerpo me lo demostró con brotes de eczema, niveles elevados de cortisol, alteración del sueño, desbalances hormonales y cambios en el humor.
Fue allí cuando llegó el momento de incorporar desde otra perspectiva todo lo que había aprendido y enseñado a lo largo de todos esos años de estudio. Descubrí que brindarme tiempo para mí, para mi autocuidado y la regulación de mi sistema nervioso, era la pieza fundamental para mi bienestar. Solo así podría compartirme con los demás, particularmente con mis hijos, desde un lugar de amor y calma.
Lejos de un lugar de egoísmo, mis rutinas y técnicas para encontrarme en balance se volvieron una de las prioridades de mi día a día.
Entendiendo que la vida puede volverse caótica de un momento a otro, entre la vorágine del día a día, el trabajo, los quehaceres y las demandas de la sociedad, mi deseo es compartir contigo cómo con pequeños cambios, desde un híbrido de enfoque ancestral y técnicas modernas, puedes encontrar tiempo para ti mismx, para tu bienestar y tu propio cuidado.